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jueves, 27 de abril de 2017

RESEÑA Vikingos





Autor: James L. Nelson

Traductor: Pedro Santamaría Fernández

Título Original: Fin Gall

Editorial: Ediciones Pàmies, 2017

Tapa blanda con solapas, 368 págs.

Saga nórdica en Irlanda #1

Género: Histórica, Aventuras, Acción.


Año 852 a. C. Los vikingos llevan años haciéndose a la mar, y han alcanzado en su afán saqueador las costas de Inglaterra e Irlanda, donde pocos son los que pueden hacer frente al violento ataque de los fieros escandinavos.

Al principio estas expediciones tenían como objeto únicamente satisfacer la sed de botín de los nórdicos, pero ahora estos han terminado por establecerse en las tierras atacadas, a pesar de encontrar una feroz resistencia en cualquier enclave al que arriban. Tal es el caso de las tierras de Irlanda.

De camino a un longphort vikingo conocido como Dubh-Linn, los noruegos Thorgrim Lobo Nocturno y Ornolf el Incansable se topan con un barco irlandés que transporta un preciado objeto: una corona. Los atacantes vikingos se hacen con ella en un violento combate, ignorantes de su significado para el pueblo de Irlanda y del poder que otorga al rey que la ciña. 

Los noruegos se verán sumidos en una espiral de intriga y violencia en plena Irlanda medieval, donde los reyes locales luchan unos contra otros y contra los invasores del norte para hacerse con el poder. Thorgrim, acosado por sus enemigos tanto irlandeses como daneses, liderará a sus hombres, los «invasores blancos», los fin gall, en la batalla de sus vidas.


Empezaré diciendo que cualquier época y civilización me gusta de entrada, aunque obviamente, tengo mis predilectas. Los vikingos son una de esas culturas que me llaman especialmente la atención, sea en el formato que sea, así que no podía perderme esta novela en cuanto la vi en las novedades de Ediciones Pàmies, a quienes agradezco muchísimo desde ya la oportunidad de leerlo. Ya me imaginaba que tendría mucha violencia y muchas batallas, porque para eso son rudos hombres del norte los que protagonizan esta historia, pero la verdad es que mi sorpresa ha sido encontrarme muchísimo más que simplemente acción y luchas entre tipos con espadas, hachas y escudos.

La novela se centra en una época en la que la situación política de Irlanda es muy inestable, debido a las continuas luchas por el poder político, porque se encuentra demasiado fragmentado en reyes tribales, reyes menores y reyes más importantes que gobiernan sobre los demás. Para añadir más inestabilidad a la isla, se encuentran sometidos a continuas incursiones desde el mar por dos grandes grupos de vikingos: los que vienen de Dinamarca o Dubh Gall y los que vienen de Noruega o Fin Gall. Estos últimos son los que dan título a la novela en el original, precisamente porque los “buenos” de esta historia son un grupo de noruegos liderados por el jarl Ornolf el Incansable, aunque creo que en realidad el protagonismo se lo llevan su yerno Thorgrim Lobo Nocturno y su nieto Harald Thorgrimson. Inexplicablemente, los tres forman una piña familiar de lo más curiosa, para ser unos salvajes nórdicos que no se preocupan de sentimentalismos.

La trama parte del momento en que estos fin gall, por casualidades de la vida, se hacen con un objeto mítico para los irlandeses: la Corona de los Tres Reinos, que deberá ser ceñida por el verdadero rey de Irlanda que gobernará sobre todos los demás reyes. Por unas cosas y otras, el joven Harald acaba siendo rehén en manos del rey Máel, a quien está destinada esa corona, y todo lo demás a partir de entonces gira en torno a las estrategias de ambos bandos por recuperar la corona y a Harald (vivo, a ser posible), respectivamente. Y mientras tanto, vamos conociendo a todos los personajes poco a poco, aunque algunos simplemente no sabemos qué verdaderas intenciones tienen (como es el caso de los hermanos irlandeses Morrigan y Flann, que se encuentra en medio de todo) A pesar de las continuas batallas, la violencia desatada que se aprecia en toda la novela (porque aquí cada uno quiere la corona para sí mismo) y lo salvajes que pueden ser unos con otros (también entre los dos grupos de vikingos), sin duda, los lazos familiares que unen a abuelo, padre e hijo, son algo con lo que disfrutar muchísimo más la historia.

Thorgrim y Ornolf tienen una camaradería que en muchos casos resulta cómica, y el cariño que siente Thorgrim hacia su hijo Harald es entrañable. Sobre todo estos dos últimos personajes son los más desarrollados, porque continuamente tenemos capítulos desde sus puntos de vista, y así podemos llegar a conocer los verdaderos miedos de Thorgrim con lo que él llama su “furia nocturna” que le asalta muchas noches y que apenas puede controlar; y también podemos comprobar si la inocencia de Harald, que apenas tiene 15 años, puede sobrevivir en esa tierra llena de enemigos que lo quieren muerto. 
Además, también tenemos capítulos con puntos de vista de las dos protagonistas femeninas, Morrigan y Brigit, que no se quedan atrás en desarrollo. La primera porque es un personaje con doble filo, esclava entre enemigos y con sus propios intereses para la corona, y la segunda, porque es la hija del rey Máel y no se comporta como debería hacerlo una perfecta princesa irlandesa, para desgracia de su padre. Estos cuatro personajes han hecho que no quiera soltar el libro en los poquitos días que me ha durado y eso que a mí me daba igual quién se quedara la dichosa corona.

En realidad, creo que lo que más me ha terminado enganchando al libro son las dos “relaciones” que se establecen entre Thorgrim y la esclava irlandesa Morrigan, y entre Harald y la princesa Brigit. Sobre todo las escenas entre los dos adolescentes han conseguido hacerme reír en más de una ocasión, porque las situaciones surrealistas que se crean ellos solitos por no entenderse con el idioma son de las mejores cosas que tiene la novela. Y por supuesto, Harald consigue hacerse un huequecito en cualquier corazón porque combina la personalidad tosca de un buen chaval nórdico con una ingenuidad tan cálida que es adorable en muchas ocasiones.

Así que a pesar de que la novela tiene un tono de aventuras, intrigas de poder y estrategias de batallas, creo sinceramente que el punto más fuerte son sus personajes, tanto los “buenos” como los “villanos” (que en este caso, además de los ambiciosos irlandeses, también tenemos a los traicioneros vikingos daneses). Por si fuera poco, la historia se lee rapidísimo porque sus capítulos son muy cortos (tiene unos 45, las mayoría de unas 5 o 6 páginas), casi todo son diálogos y párrafos muy dinámicos, y tiene una narración tan fluida y tan descriptiva, que es muy fácil visualizar que vamos navegando con los vikingos en su langskip en medio de una tormenta, porque todas las descripciones son con todo lujo de detalles, tanto de armas, como de vestimentas, como de jerga marinera. Todo un deleite para cualquier amante de la novela histórica de aventuras.


Desde luego me ha gustado muchísimo más de lo que me esperaba y eso que tenía las expectativas bastante altas simplemente por titularse Vikingos y asociarlo con la serie de History Channel. La novela histórica de aventuras es un género que siempre me ha gustado, pero que normalmente me resulta lenta de leer (con excepciones) y en este caso, me alegra mucho decir que no ha sido así para nada. De alguna manera, el autor ha conseguido cautivarme con un ritmo tan trepidante y una trama tan sencilla en apariencia, que he terminado enganchándome a todas las peripecias de estos nórdicos sin apenas darme cuenta.

*Por último, me reitero, muchísimas gracias a Ediciones Pàmies por la oportunidad de descubrir esta saga enviándome un ejemplar con tanta amabilidad.

¿Sois apasionad@s de la historia nórdica?

¿Habéis leído esta u otras novelas sobre vikingos?

domingo, 23 de abril de 2017

RESEÑA El Día de la Luz



Autora: Ainara Hernando

Editorial: Círculo Rojo, 2016

Tapa blanda con solapas, 370 págs.

El Dïa de la Luz #1

Género: Aventura, Misterio, Fantasía, Romance.


Cuando secuestran a su hermana Anabella, Ruby Meyer se vuelca en la única pista que posee para poder llegar hasta ella: un pesado escarabajo metálico con inscripciones jeroglíficas que su tío le entregó en su lecho de muerte.

Ese escarabajo desencadenará una sucesión de descubrimientos, que más allá del paradero de su hermana, le revelarán el secreto que ha preservado su familia durante más de 3.000 años. Un secreto que ha puesto en peligro la vida de Anabella… y la del resto de la humanidad.


Este libro quise leerlo desde hace bastantes meses cuando se lo vi a Sandra de Mi rincón de libros y yo, tanto por la portada (que combina Londres y Egipto) como por la mezcla de fantasía y misterio que prometía. Y eso es exactamente lo que me ha proporcionado, una historia muy entretenida con toques fantásticos y mitológicos con muy buen ritmo y un romance juvenil que no pensé que tendría.

La trama comienza con el secuestro de Anabella, la hermana pequeña de Ruby Meyer, la protagonista. Todo gira en torno a este secuestro, su finalidad y su resolución, en medio de un escenario que siempre me ha gustado porque tiene algo especial para novelas de misterio: un internado. En este caso, es un internado elitista londinense para jóvenes adinerados, en el que vive Will, el otro protagonista; con sus secretos entre las paredes, su profesorado que no siempre es lo que parece y sus odiosas niñas pijas, rodeados por otro escenario que también invita al misterio: un bosque centenario en medio del cual se encuentra la casa de la fallecida abuela Meyer, donde se tienen que trasladar Ruby y su madre a vivir. A grandes rasgos esta es la ambientación que nos encontramos en “El día de la luz”, además de diferentes escenarios por la ciudad de Londres cuando a Ruby le toca hacer de Robert Langdon adolescente.

En general los personajes convencen bastante, hablando sobre todo de los dos protagonistas principales, Ruby y Will. Ambos tienen personalidades muy marcadas (teniendo en cuenta que la falta de personalidad de Will en determinados momentos, también es un rasgo bien marcado). Sin embargo, a la vez que Ruby va consiguiendo que conectemos con ella según avanzan en la investigación, Will consigue precisamente lo contrario, porque al principio da la sensación de ser un personaje muy cañero, el niño pijo ligón con el sarcasmo como forma de comunicación, pero poco a poco se va desinflando de alguna manera hasta acabar convertido únicamente en el chico por el que suspirar y el que por algún motivo, decide que Ruby lo necesita para resolver los misterios cuando claramente no es así ni ella se lo ha pedido.

Una pena, porque a pesar de la química que sí hay entre ellos, la parte de Will me flojea muchísimo por tirar de topicazos (como el hecho de referirse a la chica por su color de pelo, constantemente, hasta crisparme los nervios). En cambio, cuando más natural me ha parecido el personaje es cuando interactúa con su amigo y en todas esas conversaciones ha conseguido sacarme una sonrisa (porque si hablamos de su actitud hacia el final de la novela lo único que conseguía sacarme eran las ganas de pegarle un tortazo). Y este ha sido uno de los puntos donde me ha patinado a ratos la trama, porque realmente no entendía las actitudes de Will y en muchos pasajes simplemente me ha parecido “el chico” y ya.

Más allá del binomio protagonista, la novela tiene varios personajes secundarios que, en cierto modo, son el alma de la historia. Empezando por Anabella, cuyo papel crucial en la saga familiar de los Meyer es a la vez el motor de la investigación, porque el objetivo es recuperarla con vida antes de que los fanáticos cometan alguna salvajada. Por otra parte, la madre de Ruby y el tío Víctor son realmente importantes. Pese a estar en un segundo plano (sobre todo la madre), siguen convenciendo con el papel que les toca. Precisamente, Víctor es el personaje de la novela con más giros argumentales que han conseguido dejarme con la boca abierta. (Posible spoiler) Su parte de la historia hace que me recuerde a algún tipo duro de acción con una doble vida, ocultando lo que realmente sabe de la saga familiar a sus sobrinas con el fin de protegerlas a ambas a la vez que va instruyendo a Ruby mediante pistas y conocimientos antiguos (Fin del posible spoiler). No deja de ser un cliché en este tipo de novelas, pero a mí me ha convencido totalmente, quizás por la forma de enfocarlo de la autora.

Tengo que resaltar, que uno de los mejores puntos que tiene la novela es el evidente trabajo de documentación que hay detrás de muchos de los detalles que aparecen en el libro. La historia de Egipto y sus dinastías es uno de los pilares sobre los que descansa la historia del presente y que tiene una enorme relevancia en lo que le sucede a Ruby y su familia. Y si sois amantes de la historia en general y de la civilización egipcia en concreto, disfrutaréis muchísimo más porque a modo de pequeñas escenas intercaladas, podemos ver algunos episodios de la vida de los antepasados egipcios. Desde luego, yo siempre valoro mucho que novelas de fantasía o de misterio, tengan su base histórica o realista respaldada con datos contrastados, porque el resultado final es muchísimo más completo.

Realmente la novela es más de lo que aparenta en un principio, y eso se va viendo con todos los plot twists que hay desde que empieza hasta que acaba (y si no, hablemos de ese párrafo final). Siendo una novela de coedición, está impecablemente corregida, tanto en estilo como estructura y ortografía, y da gusto leer una narración tan fluida. Sin tener un ritmo trepidante (y quizás los capítulos son demasiado largos), hace que leamos sin pausa y cuando creemos que ya tenemos todo resuelto ¡zas!, resulta que no. Me encanta que las historias jueguen de esa manera con mis sospechas en las tramas y me dejen pasmada, y esta novela cumple con creces esas expectativas.


Resumiendo, esta novela juvenil ha sido exactamente lo que me esperaba, con el añadido de que la pluma de la autora consigue hacer que una trama que incluso podría ser middle grade, nos haga disfrutar a cualquier edad por la orientación que le da a la narración. Con un estilo adulto, hace que una historia de aventuras adolescente parezca en realidad una novela histórica y de misterio juvenil, con buenas dosis de humor y de acción en su justa medida, que me han hecho pasar un buen rato.

¿Conocíais la novela o a su autora?

¿Os gusta todo lo que tenga que ver con Egipto?

martes, 18 de abril de 2017

RESEÑA Eclosión




Autor: Jesús Gragera
Autopublicado, 2016
Tapa blanda / ebook, 536 págs.
Saga Sentenciado #1
Género: Z, Terror, Acción.
En otoño de 2018, un poderoso y contagioso virus artificial capaz de traer a los muertos de vuelta a la vida transformados en depredadores ávidos de sangre, fue liberado en trece de las ciudades más importantes del mundo. Ahora, la Tierra es un gigantesco campo de concentración del que no se puede escapar, custodiado por seis mil millones de cadáveres andantes cuyo único objetivo es devorar todo lo vivo y en el que la esperanza de un futuro mejor es, sencillamente, una utopía por la que muy pocos están dispuestos a pelear.
Acompaña a once supervivientes en su lucha por sobrevivir en un mundo sentenciado donde ya no importa quién eras, sólo lo que estás dispuesto a hacer para vivir un día más.
“Eclosión” es una novela que no me había planteado leer como prioritaria, aunque sí la tenía apuntada desde hacía tiempo gracias a las recomendaciones de Lesin, del blog Leer es viajar y de Chema, del blog El lector que llevas dentro. Sabía más o menos por sus opiniones que me encontraba ante una historia en la que prácticamente todo el peso se lo llevan los personajes (y también iba advertida de que habría muchos). Así que en este sentido no me he llevado ninguna sorpresa. Confieso que el género Z es este tipo de literatura que me encanta pero que no me acuerdo de que existe, no sé por qué (imagino que es por la poca oferta que hay o las pocas editoriales que apuestan por un género de terror tan específico). En cualquier caso, como sabréis, yo sí apuesto por autor@s autopublicad@s y esta fue una de las lecturas elegidas para marzo y que me ha tenido en vilo hasta ahora.
Empezaré aclarando que la “Eclosión” a la que hace referencia el título, es el nombre que se da aquí al apocalipsis zombie, como una alusión al despertar de los muertos debido a un virus que recorre descontrolado todo el planeta. Nadie sabe qué ha pasado, ni qué o quién lo ha provocado, y muchos se dan cuenta del problema mundial que asola la Tierra cuando ya es demasiado tarde y lo único que se puede hacer ya es apartarse del camino de los nuevos y mejorados muertos. Porque para añadirle más tensión al asunto, en este caso los zombies no van a paso senil, dando traspiés y chocándose unos con otros, si no que corren y se mueven como si estuvieran vivos, literalmente, que para eso son muertos vivientes. Además, los pequeños grupos de personas que se han salvado, están totalmente dispersos y prácticamente incomunicados unos de otros, porque obviamente, la civilización moderna se ha ido al garete. Así que con este panorama nos encontramos al empezar “Eclosión” y en este punto comenzamos con cada personaje del libro.
A lo largo de toda la novela, la estructura a lo Juego de Tronos nos va mostrando diferentes puntos de vista de multitud de personajes en diferentes situaciones, tramas, lugares y momentos temporales. Y si pensáis que George R.R. Martin no tiene ninguna piedad con sus pobrecitos personajes, es que aún no conocéis a Jesús Gragera. También aquí solo sobreviven los más fuertes, los que tienen más suerte o menos escrúpulos, o lo que es lo mismo, los que no tienen la desgracia de estar en el sitio menos oportuno en el momento menos adecuado. Aquí no te salva el hecho de ser un héroe o heroína o ser el personaje más noble y con mejores intenciones, porque estamos ante una novela que narra una historia de supervivencia primitiva de la forma más brutal.
Por lo tanto, la enorme cantidad de personajes que se nos presentan son todos ellos y a su manera, supervivientes. Poco a poco los vamos conociendo y es casi inevitable que alguno de ellos nos vaya destacando según leemos. Prácticamente desde el principio fiché a mi trío de ases: Diego, Adrián y Ben, el triplete de tipos duros con los que he sufrido de lo lindo, porque son los que creo que están más elaborados a nivel de personalidad. Tampoco se quedan atrás la trinidad de mujeres: Emma, Raquel y Clara, cada una de ellas con un objetivo particular. Es imposible no conectar con alguno de ell@s, ponerse en su piel en algún momento determinado y sufrir por todo lo que tienen que pasar, con cada situación más horrible que la anterior.
Pero como os he comentado, hay muchísimos más personajes y todos ellos principales, aunque os extrañe: Aurore, Ahmed, Lara, César, Akem, Alfonso, Juan…. Y es increíble que los lleguemos a conocer a todos a fondo, pero así es. Al principio, debo reconocer que ni siquiera me molesté en aprenderme tanto nombre, y simplemente cuando empezaba un capítulo me situaba yo sola con las etiquetas mentales que le tenía a cada uno: el de la radio, la adolescente, el mendigo borracho, el ex poli, la científica, la madre loca, la rubia, el santurrón… pero sin que nos demos cuenta y sin poner mucho empeño, al cabo de pocos capítulos sabemos perfectamente de quién es quién. Ni siquiera he echado en falta el típico mapa de las historias que se desarrollan en varios puntos a la vez, porque realmente no es necesario y basta con la pequeña indicación al comienzo de cada capítulo de la ubicación del personaje.
Todos ellos tienen su protagonismo porque el desarrollo de la narración tiene un ligero aire a Perdidos al intercalar flashbacks para presentarnos las historias personales de los supervivientes, porque podemos ver capítulos en el presente tras la eclosión y capítulos de esos mismos personajes en el pasado, con sus vidas “normalitas” antes del apocalipsis. Sin que nos demos cuenta, empezamos a conocer cómo eran y cómo se han visto obligados a ser cada uno de ellos, y los terminamos conociendo y relacionando con su pasado. Sin duda, esto es algo de lo que más me ha alucinado de toda la novela: las conexiones entre el presente y el pasado que relacionan a la gran mayoría de los personajes entre sí. Me ha parecido uno de los puntos más fuertes y complejos de esta historia, porque además del interés que pueda tener cada subtrama, es increíble que todas formen parte de un todo más grande.
Por otro lado, algo que siempre me gusta comentar cuando se trata de novelas autopublicadas (porque sé el trabajo extra que hay detrás) es la corrección y la calidad final que se muestra. He sido incapaz (pero de verdad que ni intentándolo) de encontrar una coma fuera de lugar o un acento sin poner. La calidad que transmite una novela corregida a la perfección es algo que valoro muchísimo y que hace que disfrute aún más de lo narrado si está contado sin faltas de ortografía. Y suelo resaltarlo para tirar abajo viejos mitos acerca de las novelas autopublicadas, pero es que en esta novela me ha parecido realmente admirable el profundo trabajo de revisión posterior que ha tenido que haber, por su extensión y por su complejidad en la estructura.
Además, pese a que pueda parecer una historia de una simpleza aparente (vivos contra muertos vivientes), el trasfondo social, psicológico y moral que tiene la novela se va haciendo patente según se va leyendo. Temas como la redención personal, el miedo más primitivo de las personas, la supervivencia del más fuerte, la evolución (y regresión) de la sociedad, o la ética de cuestiones como la prolongación de la vida, son solo algunos de los más evidentes que podemos ver en “Eclosión”.
En definitiva, el conjunto entero y visto con perspectiva, me ha parecido una mezcla explosiva con la profundidad de personajes de The Walking Dead, el trasfondo de Resident Evil, la ambientación del videojuego The last of us y, de forma intermitente, el terror psicológico de la saga Saw. Todo ello con un estilo propio que me ha convencido desde el principio, con la calidad narrativa de las que yo llamo “cinematográfica” y el ritmo general de una serie de televisión, con los que el autor ha sabido mantenerme fascinada en todo momento, ya sea con escenas salvajes, con situaciones límite de decisiones imposibles o con conversaciones y reflexiones profundas sobre la verdadera naturaleza humana.
Resumiendo, ha sido una pasada de principio a fin, que por cierto, ha llegado en el momento más crítico (como el mejor de los finales de temporada), con todas las cartas sobre la mesa, con todas (creo) las conexiones entre personajes establecidas y con un objetivo bien marcado de cara a la segunda parte.
Sabréis que no suelo dar máximas puntuaciones a primeras partes porque me gusta ser cauta para las segundas (y/o terceras) pero la verdad es que no he conseguido ver nada negativo en esta novela, ni siquiera su extensión (que al principio me parecía enorme) es algo que reprochar en este caso, porque absolutamente todas y cada una de las líneas de esta historia son necesarias e imprescindibles. No estaba preparada para hacerme adicta a estos personajes ni para engancharme de esta manera a esta historia postapocalíptica, pero la verdad es que es un vicio que recomiendo a todos los que os guste sufrir (en el buen sentido) con historias brutales, sin ningún filtro ni censura, que te dejan sin aliento cuando terminas de leer.
¿Conocíais esta saga o a su autor?
¿Os gusta el género Z o novelas de zombies?